Yuso y Suso: el Patrimonio de la Humanidad pasa por el taller.
Suso y Yuso son dos nombres parecidos. En castellano antiguo significan ‘arriba’ y ‘abajo’. En La Rioja, hacen referencia directa a los dos únicos monumentos Patrimonio de la Humanidad en toda la región, los monasterios ubicados en San Millán de la Cogolla. El primero en la montaña y el segundo en el pueblo. De historia milenaria, los dos templos cristianos han visto pasar entre sus muros a miles de frailes, a reyes de España, a presidentes estadounidenses, a turistas de todo el mundo y un largo etcétera. Pero ahora, los protagonistas son los albañiles.
Desde comienzos de este 2025, ambos monasterios están cubiertos de andamios para acometer obras de restauración. Las más urgentes son las de Suso. El más primitivo de los dos sufre de inestabilidad estructural por el terreno sobre el que se erige, y por la fuerte humedad que absorbe. Por ello, el Ministerio de Cultura está invirtiendo 4,5 millones de euros en unos trabajos que se alargarán dos años. La cuna del castellano -allí se escribieron las primeras frases en nuestra lengua- ya no recibe turistas, hasta que toda su estructura esté bien asegurada.
Su hermano mayor, el Monasterio de Yuso, también vive desde enero cubierto de metal. En este caso, las obras no corren tanta urgencia y se centran en la torre del campanario. Con una inversión de 750.000 euros, la Consejería de Cultura busca estabilizar la estructura de tan sagrado lugar -que conserva en su interior las reliquias de San Millán- y hacer su campanario visitable para el año 2026. Las obras están completadas en un 30%, y está previsto que concluyan para finales de año. «Ahora somos seis albañiles, nos estamos centrando en rellenar las juntas entre las piedras de la fachada y en cambiar las que estén deterioradas por otras nuevas», detalla Sebastián, de la constructora pucelana ‘Cabero Edificaciones’, que es la encargada de ejecutar la restauración.
Fuente: El día de La Rioja